Cómo ganar la confianza de nuestros alumnos
Hoy quiero tratar un tema que me parece muy importante, y que, sin embargo, no es muy atendido en la práctica. Ganarnos la confianza de nuestros alumnos es vital para derrumbar todas las barreras que puedan presentarse en el proceso de aprendizaje. Hoy quiero compartirte 3 tips para lograr alcanzar esta meta tan valiosa:
Conoce más acerca de la vida personal de tu estudiante y practica la empatía
No te digo que sepas todo de la vida de tu estudiante o lo acoses, porque eso sería un atentado a su privacidad y tendría consecuencias contraproducentes. Pero, te invito a hacerle preguntas sencillas fuera del marco educativo, como: ¿Qué tal tu fin de semana?, ¿Cómo vas con X Proyecto?, ¿Eres hijo único?, ¿qué haces en tu tiempo libre?. Estos son ejemplos de preguntas inocentes a las cuales cualquier persona responde sin mayor dificultad. Sin embargo, no queda ahí. Lo maravilloso de este ejercicio es lograr compartirle algo de ti también, que encuentres algo que tengan en común y puedas aportarle algo más allá de la materia que oficialmente los une. Y aquí entra un factor muy importante: la empatía. Si algo le preocupa, si está ansioso por alguna situación, genuinamente ponle asunto y ofrécele algún consejo o alguna herramienta que pueda ayudarle a lidiar con el suceso de mejor manera.
No lo corrijas cada vez que comete un error
En el sector en el que yo me desenvuelvo, la educación de inglés, es muy común encontrarse con personas que se sienten inseguras al ponerlo en práctica. ¿Por qué? Porque temen a la reacción de la persona que tienen en frente, porque durante años, cuando cometieron algún error, alguien se les burló o lo corrigieron con un simple “no, así no”, o una mirada de desaprobación. ¡Qué daño les hacemos! No les puedo explicar los resultados que logro personalmente con mis estudiantes cuando los dejo fluir libremente sin corregirlos constantemente. Con esto no quiero decir que no le enseñes y lo dejes ir por la vida creyendo que lo está haciendo perfecto mientras comete errores, pero hay otras maneras de hacerlo que no involucran interrumpirlo y frenarlo en medio de su producción.
No le pidas lo que no dominas tú mismo
Quieres que tu alumno sea responsable, te molesta cuando no cumple con sus tareas, estás cansado de su impuntualidad… ¿Y tú? ¿Cumples con tus responsabilidades? La realidad es que la idea de que puedes exigirle a tu estudiante porque eres su profesor y tienes autoridad sobre él es bastante arcaica. SI no te tomas el tiempo de planificar tus clases de la mejor manera, a veces no llegas a tiempo y no le devolviste su trabajo calificado cuando le dijiste que lo harías, ¿Con qué moral puedes exigir responsabilidad? No hay nada más peligroso que caer en la incongruencia. En ese momento pierdes toda credibilidad, confianza y respeto que tu alumno pueda tenerte. Atesora y trabaja por mantener esos valores.
Para terminar, te dejo con una cita de James P. Comer: “There is no significant learning without a significant relationship.”